
República Dominicana para la década de
los 90s se estaban experimentando ciertas variaciones en su estabilidad
macroeconómica. Como una necesidad, el Banco Central tuvo que tomar ciertas
medias regulatorias como la reforma arancelaria, tributaria y laboral, así como
solicitar en el 2001 al Banco Mundial la evaluación del sistema de pagos de la
Republica Dominicana y para el 2002 La creación de la ley Monetaria y
Financiera 183-02.
Para el decenio del 2003 destaca la
quiebra del Banco Intercontinental (BANINTER), la segunda en importancia
del país. Esta situación obligó al Banco Central a otorgar facilidades de
liquidez a través de redescuentos a fin de que dicha institución pudiese hacer
frente a lo que en ese momento se percibía como un problema de iliquidez
transitoria provocada por el retiro de depósitos.
Según las estimaciones del Fondo
Monetario Internacional el fraude bancario que se genero representaba el 12
ó un 15% del Producto Interno Bruto. Esta situación conllevo a una fuga de
más de 1.5 billones de dólares y una inflación cerca del 40%; lo cual llevo a
la caída PIB del 2003 en un punto porcentual más.
Luego de este acontecimiento, las
autoridades monetarias notaron que había deficiencias financieras en el Banco
Nacional del Crédito, y en el Banco Mercantil relacionadas con aspectos
administrativos y contables, así como excesos en cartera de préstamos con
empresas vinculadas. Banco Nacional del Crédito considerado el quinto banco más
importante del país, también había comenzado a enfrentar problemas de liquidez
fruto de retiros masivos por montos tan importantes que el Banco Central tuvo
que inyectarle fondos por más de RD$ 3,000 millones para hacerle frente a la
situación. En ese contexto, la solución a relucir fue la compra de este banco
por un importante grupo económico industrial del país. En el caso del Banco
Mercantil, su planta ejecutiva había sido reestructurada y se estaba aplicando
un plan que incluía un aumento en el capital aportado por los accionistas y el
cambio del control mayoritario del banco.
Las inestabilidades del sistema
financiero requirieron una asistencia de liquidez masiva de parte del Banco
Central Los montos manejados hasta Septiembre de ese año representan alrededor
del 18% del PIB.
El déficit del sector público consolidado
que fue RD$10,452 millones en 2002, pasó a RD$40,700 millones en 2003 y a
RD$57,100 millones 2004. Para financiar esos déficits, el gobierno acumuló
atrasos de pago de la deuda externa con los países del Club de Paris por un
valor superior a los US$250 millones, así como también con la banca comercial
internacional. Esta calificación nos llevo a la baja en nuestra calificación de
riesgo, llevándonos a ser el según país mas riesgoso de América Latina lo cual
indicaba que estábamos al borde de incumplir los compromisos financieros con la
comunidad internacional. Como evidencia de que el país había perdido la
credibilidad como deudor confiable en la comunidad financiera internacional, el
diferencial de los bonos soberanos dominicanos se colocó por encima de los
1,700 puntos, pero los atrasos no sólo se produjeron en el pago de la
deuda externa. Algo similar ocurrió con la deuda interna en la banca comercial
del país y con los suplidores domésticos del gobierno. Los atrasos por este
concepto superaban los RD$5,000 millones.
En la República Dominicana la
ineficacia de la regulación y supervisión, aun después de los esfuerzos
realizados por el Banco Central y La Iniciativa del Banco Mundial, los
problemas continuaron, la falta de supervisión de nuestras normas relacionadas
al sistema económico, dados los cambios como producto de la globalización en el
paso del tiempo y la supervisión directa prudencial de las entidades
financieras fueron los factores determinantes que condujeron a la
desvalorización de las prácticas bancarias y consiguientemente al fraude.
Las debilidades de la supervisión y
regulación del sistema financiero dominicano habían sido previamente advertidas
por la evaluación efectuada por el Financial Sector Assessment Program en el
año 2001, la cual mostró deficiencias en la supervisión consolidada y la
medición oportuna de la capitalización real de los bancos. Hoy podemos
establecer las debilidades del sistema financiero dominicano que condujeron a
la crisis bancaria:
- Registros
contables inadecuados.
- Contabilidad
paralela y fraudes contables.
- Préstamos
vinculados.
- Falta de
controles internos.
- Mala calidad
de la cartera de créditos y baja provisiones por riesgo de crédito.
- Problemas de
liquidez y aumento del costo de fondos.
- Descalce de
monedas en los bancos y deudores.
- Bancos
off-shore.
- Inadecuada
supervisión.
Ningunos de estos problemas o
debilidades pudieron ser detectados a través de los indicadores bancarios
usados tradicionalmente para evaluar la sanidad del sistema bancario.
Con el fin de poder regularizar la
economía se firmó un acuerdo con el FMI (Stand-by), el cual entró en vigencia
en Agosto del 2003. Este acuerdo buscaba recuperar y fortalecer la confianza en
el sistema bancario, reforzar las finanzas públicas, asegurar la sostenibilidad
de la deuda y regular el sistema monetario. Dicho acuerdo conllevo a someter al
país a un riguroso proceso de fiscalización que implicó una revisión trimestral
de los puntos acordados en las metas de política económica pautadas entre las partes,
a una reforma fiscal, una reducción del gasto público, una paralización del
endeudamiento, y una revisión de la ley de hidrocarburos.
Restructuración de Capital
En este punto el gobierno trató de
resolver el problema de liquidez a corto plazo, principalmente con medidas que
fueron enfocadas a la restructuración de la deuda en ese entonces y la
obtención de nuevos financiamientos provenientes de bancos locales privados.
Política Cambiaria y Monetaria
Ante una alta fuga de capitales, con el
fin de estabilizar el disparo del tipo de cambio y la tasa de inflación, se
aplicó una política monetaria restrictiva, a través de la emisión de
certificados de plazos. Consecuentemente, En el 2004 con el uso de operaciones
de mercado abierto se neutralizó gran parte del exceso de liquidez de la
economía lo que contribuyó a bajar la inflación y que bajaran las tasas de
interés sobre los certificados, y que a su vez disminuyó el gasto del gobierno
por concepto de pagos de intereses. En el sector externo la balanza de pagos
tuvo un superávit producto del aumento de las exportaciones y un crecimiento de
las remesas familiares.
Síntesis
Para abreviar la crisis financiera del
2003, podríamos decir que esta crisis fue originada, por falta de regulación en
el sistema financiero derivado en las quiebras bancarias, pérdida de confianza
y excesiva monetización de la economía por efecto del aumento del gasto público,
cuantificado por devaluación, inflación y creación de nuevos pobres.
Como consecuencia de esta situación de
han levantado procesos de reingeniería de las leyes que inciden en las
variables relacionada al funcionamiento de este sector y otros de afectan la
economía de nuestro país los cuales serán objeto de estudio para análisis
posteriores.
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